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Pero si bien es cierto que la dispersión se presenta homogénea, hay que tener en cuenta que su valor varía por el tamaño de los árboles y la calidad de las maderas.

Dentro de estos bosques antárcticos es necesario hacer una subdivisión: la sub—formación del roble sub—formación del coibo. La parte de Tierra del Fuego que yo he estudiado, está constituida por el Fagus antarctica, que todos allí llaman roble, y el coibo que, guiándome por la descripción del Dr. Spegazzini, es la variedad de este: bicrenata (1).

Según mis observaciones, el roble que cubre siempre la parte llana de Tierra del Fuego, llega á pasar sólo los 100 metros de altura, ocupando 20193 kilómetros cuadrados. El coibo sólo se extiende sobre las montañas, hasta los 490 y 500 metros, ó sea una extensión de 6593 kilómetros cuadrados.

Como se vé, la dispersión del roble es visiblemente mayor que la del coibo, y, apesar de esto y de que la densidad del monte de robles es mayor, estos bosques valen mucho menos, sobre todo, en la parte recorrida por mi.

Penetremos al bosque de robles.

Ia altura de los árboles es sunamente uniforme, no pasando los mayores de 10 metros de altura. Del lado de la costa del mar, se vé que están limitados por una línea contínua y característica, como si para resguardarse de los vientos del Este formaran ante él una cortina de hojas y de ramas. Estos árboles Fagus obliqua Mirb... van siendo cada vez más bajos á medida que se aproximan á la orilla, raras veces crecen derechos en ella, á cierta altura desprenden un brazo generalmente, abren su copa dejando el tronco desnudo y se inclinan en dirección contraria al mar, debido sin duda á los frecuentes y fuertes vientos del Norte y Noroeste. Un poco más adentro, los hay—y muchos—(F. antarctica) que se abren en horqueta desde el suelo, siendo estos más rectos, aunque no sobrepasan la altura indicada.

Por más altos que sean estos árboles, en el llano, siempre ofrecen grandes ramas ó se abren en horqueta á los 1.50 y 2 metros. Seis términos medios de circunferencia (diez árboles cada término medio) me dieron respectivamente 0.58—0.59 0.64 0.65—0,69—0.80 centímetros, á un metro del suelo, ó sea un término medio general de 0.65.

La proporción de los árboles buenos era de uno por nueve malos, bien entendido que en el sentido de su figura é incluidos los jóvenes.

Estos bosques próximos al mar, tienen sus árboles á una distancia de y medio metros unos de otros, lo que dá un total de 1600 árboles por hectárea..

Más al interior, hay mucho monte nuevo también; pero la proporción es de dos buenos por ocho malos, con la característica superior de que hay gran cantidad de los que aún parecen arbustos.

Sobre la orilla del bosque, son, término medio, de 0,10 á 0.15 centímetros de diámetro, y mayores los grandes en su circunferencia, pues pasa esta de un metro frecuentemente.

(1)—C. Spegazzini Plantae per Fuegiam collect.—1846.