Página:Viaje al Interior de Tierra del Fuego (1906).pdf/36

Esta página no ha sido corregida
— 37 —

guino, llegando por el Sur hasta el grupo del Cabo de Hornos, aunque no se los encuentra en las últimas islas de este.

Limitándome á la Tierra del Fuego, diré de su dispersión que se extienden por la costa del Beagle, no llegando siempre á la misma orilla, se aproximan por el lado del Atlántico hasta las barrancas del Océano y en su avance hacia el Norte continúan por ellas, para detenerse á menos de media legua al Norte de Río del Fuego.

Allí se ve bien distintamente su tendencia á alejarse del mar, pues su línea de límite dobla al Noroeste, de manera que ocho leguas más al Norte, sobre el Río Grande, se los encuentra recien á tres leguas de la costa. Esta línea declina cada vez más bruscamente sobre el Oeste, hasta desaparecer sobre la costa del Estrecho, se los ve de nuevo cubriendo totalmente casi la Isla Dawson y reapareciendo en la península de Brunswick por la que continúan hácia la Cordillera.

Estos bosques no se muestran como los del Chaco y Formosa, por ejemplo, en grupos aislados ó manchones contínuamente, sinó. á veces, en sus términos: pero en el interior de la inmensa sábana de árboles, existen grandes claros, muy de tener en cuenta por su extensión de leguas, cou aspecto de pampas dilatadas. Tal es el codo que forma el Río del Fuego, la llanura que se extiende al Norte de la cadena que cierra el Lago Cheépel ocupada por las lagunas y en una gran curva del Río Ewan á la mitad de su curso.

El primero y último de estos claros, son los suelos más pobres que tiene el territorio, pues el terreno es liviano, con gran proporción de pedregullo arrastrado por los vientos, y crecen en él, en reducida proporción, gramillas raquíticas.

Cuando se observa el conjunto de las selvas de la sub—formación sub—tropical que cubre las faldas del Aconquija, se nota la influencia de los vientos y las lluvias, pues trepando las arboledas se recuestan uniformemente sobre un lado solo de las quebradas, lo que llaman a la sombra de las lluvias. Eu estos bosques no sucede nada semejante: su dispersión es general, pero, en cambio, nunca se aproximan á los ríos ni á las lagunas, pues estos corren y se extienden por largos valles limitados por las lomas y los bosques que se alzan sobre ellas. El único caso que he visto. es el del Río General Cerri, debido naturalmente—á que este rio pasa encajonado entre quebradas y los árboles cubren á estas. Sin embargo, no dudo de que sobre el lado Sur ó sea el espacio comprendido desde la Cordillera de Rumania hasta el canal, los bosques llegan hasta la misma orilla de los ríos, principalmente porque estos bajan por entre las montañas. De manera pues que, al calcular el área de dispersión dentro del territorio Argentino, debemos ante todo descontar la parte Norte, desde el Estrecho de Magallanes hasta Río Grande con lo cual los bosques ocuparían tres cuartas partes del territorio.

Este ha sido calculado por Latzina en 21048 km2. de los cuales serían de bosque 15786 km2. á los que hay que descontar una parte ocupada por los claros que este forma y á que hice referencia. de donde resulta una disminución que aproximadamente (una décima parte menos) hace que el total sea de 14208 kilómetros cuadrados.