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y cuarcita, porfidos graníticos y felsíticos; por diorita, serpentina, sienita, traquita y anfibolita, en los que abunda el óxido de hierro magnético, el hierro titánico, las piritas de hierro y en los que se hallan diseminados en pequeñas proporciones granates y rubies diminutos, escamitas de platino y pepitas de oro.

Este oro esparcido en la inmensa masa de los resíduos minerales que lo envuelve, sería difícil de extraer de las profundidades en que se encuentra y estaría perdido para la humanidad si las olas del Océano, si la Naturaleza misma no se encargara de ponerlo al alcance del hombre.» Cuando se tiende la mirada por el panorama montañoso de las islas fueguinas, se siente estar, desde el primer momento, en presencia de un escenario que ha experimentado grandes transformaciones. Sus crestas empinadas, agudas casi siempre, sus plegamientos verticales ú ondulados, la trasposición en el órden de las capas geológicas, los precipicios y la confusión de las cadenas, hacen de aquel nudo un laberinto, en el que en revuelta confusión se amontonan las edades.

El enfriamiento contínuo de la tierra disminuía su volúmen, las altas temperaturas interiores producían las erosiones subterráneas.

¿Fué en los términos de los tiempos terciarios?

¿Fué en los comienzos de la era moderna?

Frente á Ushuaia, en las cadenas del Oeste de la isla Navarino, formadas por inmensas moles de granitos cuarzosos se presentan bien claras y definidas las capas plegadas sobre si mismas, como si la presión en dirección del actual Norte y Sud, las hubiese trabajado.

Parece que en esa transición entre los tiempos terciarios y la era actual, correspondiente á la que produjo los hundimientos que inclinaron hacia el Este el suelo patagónico, la corteza de la tierra sufrió allí numerosas dislocaciones, produciéndose una série de canales que los aluviones han ido cubriendo paulatinamente, como sucede con los ríos del Sud de Santa Cruz, en cuyas barrancas, cuando están desprovistas de vegetación, suelen hallarse sus indicios.

El Magallanes y el Beagle, pertenecieron también á estas inmensas grietas.

Asi asomarou en las faldas de aquellas montañas las más antiguas rocas.

Asi la Era Arcáica que no existe en los Andes septentrionales, pero sí en la cordillera de la costa, vése en los contrafuertes australes y cordón central contiguo, el Palcozóico surge bien caracterizado en las Malvinas, nada se ha visto del período cámbrico, pero entre los estratos de estas islas, indudablemente pertenecientes al nudo austral, se tienden las rocas del período Devónico.

El período carbonífero, también está representado en el Sud, por vetas que, según los propietarios de las minas en explotación, corren de Norte á Sud, desviándose al Sudeste para entrar á territorio argentino, en el Sudoeste de Tierra del Fuego.

En Punta Arenas se explota una mina. Los carbones de Tierra del Fuego se están estudiando en Londres.