SOBRE FEMINISMO
bién en cuanto a la distribución de la belleza, que en ellas es dada casi siempre preferentemente al macho), y muy acentuadamente en los mamíferos, como a favorecer al macho.
Así, la naturaleza parece favorable a la hembra en ciertos casos, al macho en otros. Parece... muy superficialmente; porque si se mira mejor, lo que verdaderamente parece es que sólo se buscara ase- gurar la reproducción: por cualquier medio, de cualquier modo, a expensas de cualquiera, con indi- ferencia absoluta por los individuos. Y, si esa fue- ra también otra apariencia, es la última que somos capaces de percibir.
En ciertos animales (tales reptiles, peces, in- sectos) que ponen huevos y los abandonan, la carga reproductora es la mínima para los ante- cesores, Y aun aquí, hay desconcertantes diferen- cias: en el caso de los insectos, el criterio parece ser que los antecesores mueran una vez que han puesto los huevos; en el de los vertebrados infe- riores, la regla parece ser que sigan viviendo. En este último caso, de carga reproductora al míni- mo y subsistencia de los antecesores, es donde pa- rece que la naturaleza hubiera contemplado más al individuo. En otros, ocurre absolutamente todo lo contrario. La abeja, por ejemplo, es del otro ex- tremo. De los machos, uno, el que llega a fecun- dar a la hembra, perece, por la extraña organiza- ción de ese acto. Los demás, en cuanto no pueden
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