CARLOS VAZ FERREIRA
ne tratar también conjuntamente con ellos el de la educación de la mujer).
Ahora, todos los problemas anteriores están subordinados al problema de fondo y capital que los domina y polariza, y que hay que tratar como fundamental (hay que tratarlo ya, en parte, in- evitablemente, con los anteriores; pero conviene al fin tomarlo separado y en sí): El problema básico de las relaciones de los sexos y de la orga- nización de la familia.
Todos esos problemas son “problemas norma- tivos”, en el sentido de mi “Lógica Viva”; proble- mas de acción o de ideal; problemas sobre lo que habría que hacer o desear o preferir, — que han de ser tratados de una manera especial, y en los cuales se cometen ciertos errores especiales, por lo” cual me veo obligado a pedir que se tenga pre- sente lo que en mi obra referida he expuesto sobre esos problemas (en los que, habitualmente, no existen soluciones perfectas, completamente satis- factorias, sino soluciones preferibles o de elec- ción...). Pero hay todavía lo siguiente:
Estos problemas del “feminismo”, tienen datos de hechos (en este caso datos biológicos, fisioló- gicos y psicológicos).
Si esos datos, si esos hechos, fueran todos in- discutibles, se partiría de ellos, y no se plantearían más que problemas sobre lo que habría que hacer o preferir: los ya indicados problemas norma- tivos.
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