Esta página no ha sido corregida
— 41 —
sa la consigSi la observación fuese exacta y la causa nada, de hoy en adelante podríamos exclamar: no más tísicos.
No me atrevo á decir si la cosa merece la pena de ser averiguada, aunque recuerdo que no hace mucho tiempo más de un galeno se reía cuando las curanderas recetaban buche de avestruz.