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Cap.Pág.
XVII.
 Repito la lectura de los artículos del tratado de paz.—Los indios piden más qué comer.—Mi elocuencia.—Mímica.—Dificultades.—El recuerdo de un sermón de Viernes Santo me salva.—El representante de la Liberté en Bruselas y yo.—Cargos mutuos.—Argumentos etnográficos.—Recursos oratorios.—En el banco de los acusados.—Interpelaciones ad hominem.—El traidor calla.—Redoblo mi energía é impongo con ella.—Se establece la calma.—Apéndice.—Once mortales horas en el suelo........................................................................................................................................................................................................
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XVIII.
 Revelación.—Más había sido el ruido que las nueces.—Nuevas presentaciones.—El último abrazo y el último adiós de mi compadre Baigorrita.—Otra vez adiós.—Mariano Rosas después de la junta.—¡Qué dulce es la vida lejos del ruido y de los artificios de la civilización!—Los enanos nos dan la medida de los gigantes y los bárbaros la medida de la civilización.—Una mujer azotada.—No era posible dormir tranquilo en Leubucó........................................................................................................................................................................................................
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XIX.
 La paz estaba definitivamente hecha.—El doctor Macías.—Gotas maravillosas.—Padre é hijo indios.—Lo pido á Macías.—Visita á Epumer........................................................................................................................................................................................................
193
XX.
 Fama de Epumer.—Me esperaban en su toldo.—Recepción.—Indias y cristianas.—Pasteles y carbonada entre los indios.—Amabilidades.—Celo apostólico del padre Marcos.—Puchero de yegua.—Insisto en sacar á Macías.—Negativas.—Un indio teólogo.—Un espectro vivo........................................................................................................................................................................................................
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XXI.
 Intrigas contra Macías.—Envidia de los cristianos.—Preparativos para el bautismo.—Animación de Leubucó.—Aspavientos de las madres.—Sentimiento que las dominaba.—El mal de este mundo es materia de religión.—Mi ahijada, la hija de Mariano Rosas.—De gala, con botas de potro de cuero de gato, y vestido de brocado.—Invencible curiosidad.—No puedo explicar lo que sentí.—Una cristalización en el cerebro.—Regalos recíprocos.—Pobre humanidad........................................................................................................................................................................................................
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