Página:Una excursión a los indios ranqueles - Tomo II (1909).djvu/328

Esta página no ha sido corregida
— 324 —

Según este dato resultaría una población de cuatro á seis mil almas.

Pero nótese que el cálculo se basa en el mínimum de personas que forma la familia.

De consiguiente, suponiéndose que el punto de partida de cuatrocientos ó seiscientos toldos fuese exagerado, siempre resultaría una población más o menos de cuatro á seis mil almas, desde que la cifra de diez personas por familia, es reducida.

Todos los toldos que yo he visto tenían de veinte personas arriba.

Ahora, siendo un principio estadístico, que cada diez mil almas suministran sin esfuerzo, mil útiles para el servicio de las armas, resulta que la cifra de mil trescientos indios de pelea es una hipótesis racional para determinar la población de los Ranqueles.

Sea de esto lo que fuere, la triste realidad es que los indios están ahí amenazando constantemente la propiedad, el hogar y la vida de los cristianos.

¿Y qué han hecho éstos, qué han hecho los Gobiernos, qué ha hecho la civilización en bien de una raza desheredada, que roba, mata y destruye, forzada á ello por la dura ley de la necesidad?

¿Qué ha hecho?...

Oigamos discurrir á los bárbaros.

Conversando un día con Mariano Rosas, yo hablé así:

—Hermano, los cristianos han hecho hasta ahora lo que han podido, y harán en adelante cuanto puedan, por los indios.

Su contestación fué con visible expresión de ironía.

—Hermano, cuando los cristianos han podido nos han muerto; y si mañana pueden matarnos á todos, nos matarán. Nos han enseñado á usar ponchos finos, á tomar mate, á fumar, á comer azúcar, á beber vino,