Página:Una excursión a los indios ranqueles - Tomo II (1909).djvu/325

Esta página no ha sido corregida
— 321 —

EPILOGO

¿No nos ordenan la religión y la huma>nidad aliviar á los pacientes? ¿No son her>manos todos los hombres? ¿No deben com>partirse los bienes y los males que deben á >su autor común? ¿Es lícito mostrarse in>exorable y sin piedad con alguno de sus >semejantes?> COMTE .

«El destino de la naturaleza organizada es la perfectibilidad y ¿quién puede asignarle >límites? Al hombre le toca dominar el caos, >desparramar en tod partes, durante la vida, las simientes de la ciencia y de la >poesía, á fin de que los climas, los cereales, >los animales y los hombres se suavicen, y >para que los gérmenes del amor y del bien >se multipliquen.» EMERSON .

El sol no comenzaba aún á disipar el cristalino rocío que una noche serena había depositado sobre la agreste alfombra de la Pampa, y ya galopábamos aprovechando la fresca de una lindísima mañana de abril.

Era necesario hacerlo así para no pasar otra noche en el camino.

Yo no tenía que contemplar tanto las cabalgaduras, como los que habían seguido por el camino del Cuero.

El itinerario del Bagual está sembrado de hermosas UNA EXCURSIÓN 21.—TOMO II