INICIATIVAS FEMENINAS 37
que puedan luego favorecer su aplicación, te- niendo en cuenta qua se trata de la protección legal de los obreros, de la organización profesio- nal, de las instituciones benéficas, del cuidado moral y material de las jóvenes trabajadoras, del cuidado y educación de los niños de los obreros, etcétera... La mujer debe prepararse por una cul- tura metódica y científica para su nueva misión en el mundo del trabajo.
Como conclusión práctica se acordó, á instan- cia de Mad. Gnauck-Riúhne, que la Unión fe- menina organizara cursos sociales, que serían dados por economistas de importancia (1). Y como era imposible establecer en cada ciudad alemana una de estas Universidades sociales fe- meninas, y, aun pudiendo hacer tal esfuerzo, así y todo quedarían privadas de sus beneficios las jóvenes que habitasen en los lugares apartados de tales ceritros, la Unión ha dado á tales cursos la moderna y amoldable forma que se da á los cursos de las llamadas Universidades populares, cual es la de que los profesores encargados de tales enseñanzas acudan á darlas á los distintos centros ó lugares donde sea sentida la necesidad.
“Cuando las mujeres alemanas hayan adquiri- do por medio de una general cultura un verdade- ro espíritu social, la Unión establecerá cursos especiales, en los cuales, completando su educa- ción, acabará de ponerse en condiciones de dedi- carse á la práctica de la obra social, .
La organización de estas enseñanzas es, á nues- tro juicio, una de las ideas más felices que pue- den dar cohesión y eficacia á la acción femenina. ¿No podía hacerse algo parecido en nuestro país?
En Italia encontramos igualmente la existencia
(1) Se inauguraron en 1905.