INICIATIVAS: FEMENINAS 149
Esto creemos nosotros que es una innovación: hay pocas instituciones, al menos que nosotros conozcamos, donde se invite á los padres y á las madres á ir mensualmente á hablar de sus hijos y sobre cuestiones de educación con quienes han aceptado la tarea de ser sus colaboradores. No diremos que no se haga eso en algunos Patrona- tos, pero sí que éstos constituyenuna excepción.
Y, sin embargo, ¡cuánto bien podrían hacer estos círculos de educación familiar! Primero á los padres, consiguiendo que se corrigiesen de tal ó cual costumbre deplorable en la manera de edu- car á sus hijos; después á éstos, que resultarían mejor educados, y que instintivamente agradece- rían que se preocupasen de ellos, y, por último, á los directores de todas estas instituciones de la ju- ventud, pues en tal sistema encontrarían frecuen- temente el medio de hacer utilísimas observacio- nes, y siempre el de establecer un contacto más íntimo con las familias de sus educandos.
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—Pero ¿cuál será el programa de este grupo de estudios de nuevo género?
No tenemos la pretensión establecerle ne va- rietur. Nos contentaremos con referir lo que se ha hecho hasta el presente en la Unión familiar, y en esa reseña encontraremos datos y antece- dentes que procuraremos por nuestra parte com- pletar.
En la primera de sus reuniones se trató ante todo de determinar cuál había de ser el fin de la educación y cuál el método que para llegar á ese fin habría de seguirse (1); y desde luego fueron
(1) Bulletin de "Unión familiale, Junio 1904.
