136 CIENCIA Y ACCIÓN
ñanza. El último mes fué consagrado por com- pleto á ejercicios de Metodología y de Pedago- gía práctica. Cada alumna explicó por turno ante sus compañeras y ante las maestras leccio- nes de cocina y de corte. A fin de curso una veintena de discípulas aspirantes al título de ins- titutriz ménager sufrieron los exámenes teóricos y prácticos.
Después de exponer en detalles los temas pro- puestos á las examinadas, añade Mme. Brunhes: “Sería temerario formular por esta experiencia, única y tan reciente, un juicio definitivo; pero todos los que han seguido estos exámenes y vis- to de cerca los trabajos que las discípulas han realizado tiei.en motivos para formar una Opi- nión favorable. Cuatro meses de una labor tan metódicamente realizada son del todo suficientes para que institutrices inteligentes, instruídas y con aptitudes adecuadas adquieran el hábito de la enseñanza. Las primeras que se examinaron hiciercn ejercicios brillantísimos, si bien se trata- ba de institutrices que llevaban ya varios años ejerciendo el profesorado. Para algunas otras, bien por ser más jóvenes, por no haber debutado aún en la enseñanza, por estar menos instruídas ó por tener menos disposiciones, este período de cuatro meses fué algo escaso, y les hubiera sido beneficioso prolongarlo uno ó dos más. De todos modos, el curso normal rápido es excelente, pues este régimen un poco forzado ofrece la ventaja de proporcionar una verdadera preparación, sin te- mor al cansancio (surménage), pues se trata de una enseñanza que es tan teórica como práctica, y en la cual se pretende adquirir, sobre todo en lo relativo á la cocina y al corte, una destreza que puede muy bien expresarse por la frase corrien- te “acostumbrar la mano,,: por eso ofrece tanta ventaja la repetición cotidiana de las prácticas.,,