130 CIENCIA Y an
los “hoteles para jóvenes, las cuales encuentran en tales establecimientos, si no lujo, por lo me- nos comodidad, moralidad é higiene.
Con razón añade Mme. Brunhes que ciertas escuelas, por su situación pintoresca al pie de al- gunas montañas y á orillas de lagos suizos, pue- den proporcionar á las jóvenes y á las mujeres es- casas de recursos el medio de medicinarse en el campo disfrutando de un bello paisaje.
Entre estas escuelas merece citarse la de Bonis- wyl, cerca del lago de Hallwyl. Su visita podría ser provechosa á alguna de nuestras lectoras.
¡00
Examinado en general el funcionamiento de las escuelas ménagéres y de sirvientes en la Re- pública helvética, vamos á exponer cómo el can- tón católico de Friburgo ha entendido y desarro- llado la enseñanza de estos conocimientos.
Desde el punto de vista que nos ocupa, este cantón se halla en una situación excepcional que merece ser conocida de cuantos se interesan por la enseñanza femenina. No solamente es asequi- ble allí la enseñanza ménager á todas las mujeres de cualquier clase y condición, sino que—y esto constituye una novedad—tiene el carácter de obli- gatoria para todas las discípulas que asisten á las escuelas del Estado.
Bajo la inteligente dirección de M. Georges Python, que durante una quincena de años ha estado casi siempre encargado de la cartera de Instrucción pública, el Gobierno de Friburgo ha querido desde hace tiempo conceder importancia á este género de enseñanza en la educación fe- menina.
Pero, á diferencia de lo que se ha hecho por lo
