INICIATIVAS FEMENINAS 107
para los cristianos una segunda razón, suficiente por sí sola para contribuir á la difusión de dicha enseñanza, que podría muy bien ser entre la clase obrera un remedio contra el alcoholismo, y en cierto modo contra la miseria y la desmoralización.
El mal arreglo, el desbarajuste de su hogar es, en efecto, lo que conduce con frecuencia al obre- ro á una conducta desordenada.
Muchos. han llamado la atención sobre el par- ticular, pero nadie tan precisa y claramente como Mme. A. Godefroy en una Memoria enviada á uno de los últimos Congresos de la Reforma so- cial. He aquí lo que sobre el asunto escribía: “... Esfrecuente ver llegar al padre de familia fatigado de haber trabajado durante todo el día, y no encontrar en su hogar ni buena comida ni buen lecho. El fuego no calienta; la cena no está dispuesta; los chicos, sucios y mal criados, gritan hambrientos; el cuarto no está limpio. De ahí las recriminaciones, las disputas, acaso los gol- pes, y el desfallecimiento del hombre, que para escapar de tal infierno se refugia en la taberna, de donde por lo general vuelve ebrio, dispuesto á repetir la visita al día siguiente, y tal vez los de- más, hasta llegar á constituir un verdadero há- bito, (1).
No hay, en efecto, vicio más repugnante que la embriaguez; pero los que la censuran deben tener presente que sé necesitan una honradez, una pro- bidad y una fuerza de voluntad nada frecuentes para que, colocado un hombre en la dolorosa si- tuación que hemos indicado, nc se deje arrastrar hacia ella (2) como único medio de sustraerse á
(1) V. Réforme sociale, 16 febrero 1904, pág. 302 y si- guientes. L'enseignement ménager en Belgique.
(2) En las páginas que M. Huysmans—expresivas como todas las suyas—consagra á los concurrentes al café, cita en-
