DEL GOBIERNO DE LÓÍ PRÍNCIPES, fl tomaren el principado, gemirá el Pueblo , como llevado en servidumbre. Y otra vez : Quando se levantaren los malos , esconderánse los hombres, para escaparse de la maldad de los Tiranos * ni es maravilla , por que el hom- bre, que gobierna sin razón , según el apetito de su álma,' no diñere en nada de las bestias. Y asi dice Salomón : El Príncipe impío es un león enojado , y un oso hambriento sobre su Pueblo : y por tanto los hombres se esconden de los Tiranos , como de bestias crueles , y parece que todo es uno, el sujetarse á un Tirano , ó ponerse débaxo de los pies de una bestia fiera. '[ * • J CAPITULO IV. r
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Como se mudó el gobierno entre los Romanos , y que entre ellos fué mas aumentado el estado por el gobierno de muchos. /^Omo lo peor y lo mejor del gobierno consiste en la V^/ Monarquía , que es el principado de uno , á muchos por la malicia de los Tiranos se les hace odiosa la digfii- dad Real s pero algunos , faltándoles el gobierno del Rey, caen en las crueldades de los Tiranos , y los muchos Go- bernadores entonces exercitan la Tiranía con cubierta de dignidad Real. El exemplo de esto se muestra claro emkí República Romana , porque, siendo los Reyes echa-' dos de aquel Pueblo , no pudiendo sufrir la soberbia de estos Reyes , ó por mejor decir Tiranos , instituyeron sus Gónsules y otros Magistrados , por los quales comen- zaron á gobernarse, queriendo mudar el gobierno Real en Aristocracia. Y como refiere Sahistio , es cosa increíble, quanto en breve tiempo creció la Ciudad de los Romanos después de alcanzada la libertad, porque por la mayor paite. sucede , que los hombres, que viven debaxo del go- bierno de algún Rey , procuren mas floxamente el bien común , teniendo por cierto , que lo que hacen por esto, no lo hacen para sí , sino para otro , en cuyo poder ven estar todas las cosas de la República, y los que no ven, es-
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