hubiera sabido que la amenaza un gran infortunio que hará callar sus continuos lamentos.
Habla, pues, di qué grande infortunio es ese, porque si tienes que enseñarme alguna cosa peor que mis males, no volveré á replicar.
Siendo así, te diré todo lo que sé de ello. Han resuelto, si no cesas en tus lamentaciones, enviarte á un lugar donde no volverás á ver el resplandor de Helios. Viva, en el fondo de un antro negro, prorrumpirás en gemidos lejos de esta tierra. Por eso, medítalo, y no me acuses cuando esa desgracia haya llegado. Ahora es tiempo de tomar una prudente resoluciónellol
¿Eso es lo que han decidido hacer conmigo?
Ciertamente, en cuanto Egisto haya vuelto á la morada.
¡Plegue á los Dioses que vuelva con gran prontitud para
¡Oh desgraciada! ¿por qué esa imprecación contra ti misma?
¡Por que venga, si piensa hacer eso!
¿Qué mal quieres sufrir? ¿Eres insensata?