Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo I).djvu/93

Esta página no ha sido corregida
89
Edipo, rey

¡Oh Dioses! Esto es para mí la cosa más horrible de decir.

Y para mí de oir. Pero debo oirlo. Sí, ¡oh Rey! ¿Con qué intención?

Se decía que era hijo de Layo. Pero tu mujer, que está en tu morada, te dirá mucho mejor cómo pasaron las cosas.

¿Fué ella misma quien te entregó el niño?


Para que yo le matase.

¡Ella! ¡quien le había parido! ¡Desgraciada! ¿A cuáles?

Por miedo á lamentables oráculos.


Le había predicho que mataría á sus padres.

¿Por qué, pues, le entregaste á este anciano?

¡Por piedad, oh señor! Creí que él llevaría el niño á un país extranjero; pero lo salvó, para mayores desdichas. Si eres tú el que él dice, sabe que eres un desgraciado.