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Sófocles

mero de todos los Dioses! ¡Detestado de los Dioses y los hombres, que muera yo por los peores suplicios, si he pensado eso! Pero la desgracia de mi patria desgarra tanto más mi corazón cuanto que nuevos males se añaden por vosotros á los que ya nos abruman.

¡Que se vaya, pues, incluso si es preciso que yo perezca ó que, menospreciado de todos, me vea arrojado violentamente de esta ciudad! Tus palabras, no las suyas, me han movido á piedad. Pero en cuanto á él, me será odioso, dondequiera que esté.

Eres inexorable, hasta cediendo. Esto será duro para ti cuando tu cólera se haya extinguido. Semejantes naturalezas se ven castigadas por sí mismas.

¡Déjame, pues, y vete!

Me voy, no conocido por ti; pero soy siempre para éstos lo que era antes.


Antistrofa I

Mujer, ¿por qué tardas en llevarte á Edipo á la morada?

He de saber antes qué querella era esta. TEMAN

Nació de palabras oscuras. Una falsa acusación irrita el espíritu. ¿Se acusaban los dos? Sin duda..