Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo I).djvu/34

Esta página ha sido corregida
30
Sófocles

No es un lamento sordo el que se eleva en la morada, sino un doloroso gemido. Algo ocurre de nuevo bajo ese techo.

¡Ved, ved esa anciana que viene hacia nosotras con sombrío semblante y frunciendo las cejas! Va á darnos alguna noticia.

¡Oh jóvenes, qué de desgracias terribles nos ha causado el presente enviado á Heracles!

¿Qué noticia, ¡oh anciana! vienes á anunciarnos?

Deyanira ha hecho su último camino sin marchar.

¿Será eso, pues, que ha muerto?

Has entendido perfectamente.

¿Ha muerto la desgraciada?

Vuelves á oirlo.

¡Oh desventurada! ¿Cómo dices que ha perecido?

Muy tristemente, en realidad.

¡Di, mujer! ¿Qué destino se ha apoderado de ella?