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Las traquinenses

bien lejos de mis ojos! ¿Por qué ha de honrarse con el nombre de madre, ella que no obra como una madre debe obrar? ¡Que salga alegre! ¡Que experimente ella misma la alegría que ha dado á mi padre!

Estrofa I

Ved, ¡oh jóvenes! cuán prontamente se ha cumplido para vosotros la sentencia fatítica de la antigua profecía, que afirmaba que el fin del duodécimo mes pondría un término á los trabajos del hijo de Zeus. Todo se ha realizado como estaba dicho. ¿El que está privado de la luz puede, en efecto, sufrir, después de la muerte, la lamentable esclavitud?

Antistrofa I

Porque si la inevitable astucia mortal del Centauro ha mordido sus.costados con el veneno que la muerte engendró y que produjo el Dragón manchado, ¿cómo vivirá aún otro día, corroído como está ahora por el horrible veneno de la Hidra, y desgarrándole y abrasándole los aguijones crueles del monstruo adornado con una negra melena?

Estrofa II

Esta desgraciada, no sospechando nada de eso, y viendo la gran calamidad que, á causa de aquellas nuevas nupcias, amenazaba á su morada, no comprendió el sentido del consejo fatal, de donde ha procedido esta horrible desgracia. Y la mísera gime y vierte una lluvia de lágrimas.

Antistrofa II

Pero los destinos se desenvuelven y revelan un gran infortunio urdido con astucia. ¡Brota la fuente de las lágrimas; el mal se extiende, ¡oh Dioses! lamentable y tal como jamás sus enemigos lo habían infligido al ilustre hijo de Zeus! ¡Ah negra punta de la lanza guerrera! ¿por qué violentamente has traído esa doncella, de la alta Ecalia aquí? Ciertamente, es la clandestina Cipris la que ha causado todos estos males.

¿Me engaño? ¿No he oído lamentos salir de las moradas? ¿Diré verdad?