Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo I).djvu/198

Esta página no ha sido corregida
194
Sófocles

aprueban esto, reconoceré la equidad de mi castigo; perosi estos hombres son inicuos, deseo que no sufran más males que los que injustamente me infligen.

Las agitaciones de su alma son siempre las mismas.

Por eso los que la llevan con tanta lentitud se arrepen—tirán de ello.

¡Ay! Mi muerte está muy cerca de esta palabra.

No te recomendaré que te sosiegues, como si esta pala—bra hubiera de ser vana.

¡Oh ciudad paterna de la tierra tebana! ¡Oh Dioses de mis antepasados! Soy conducida sin más demora. Ved. ¡ohjefes de Tebas! con qué males me agobian los hombres porque he honrado la piedad.


Estrofa 1

Dánae fué también condenada, en una prisión de bronce, á dejar de ver la luz urania, y sufrió el yugo, encerrada en aquel sepulcro, su cámara nupcial. Y, sin embargo, ¡oh hija mía! era de buen linaje y llevaba en su seno las semillas de oro de Zeus. Pero la fuerza de la Moira es ineluctable, y ni' las riquezas, ni Ares, ni las torres, ni las negras naves combatidas por las olas escapan á ella.

Antistrofa 1

También fué cargado de cadenas el furioso hijo de Drías,aquel á quien Dionisos, á causa de su espíritu insolente, encerró en una prisión de piedra. Así se desvanece y se apacigua la fuerza terrible de la cólera. Y conoció al Dios á quien, en su demencia, había ofendido con palabras injuriosas; porque había querido refrenar á las mujeres furio-