Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo I).djvu/18

Esta página ha sido corregida
14
Sófocles

¿Viene de los tiranos? ¿Tenía Eurito alguna hija?

No sé. No me he preocupado de ello.

¿Has oído su nombre á algún compañero de camino?

No. He cumplido mi misión en silencio.

Habla por tu propio impulso, ¡oh desdichada! porque es triste que no se sepa quién eres.

No lo hará más ahora que antes, no habiendo todavía pronunciado palabra alguna, ni grande ni pequeña. Sino que, gimiendo por su cruel desgracia, no ha cesado, la desventurada, de verter lágrimas desde que abandonó su patria azotada por los vientos. Ciertamente, sufre un destino adverso, y hay que perdonarla.

Dejémosla, pues, y que entre en la morada, si esto le agrada más. Que no se añada por mí un nuevo dolor á los que ya experimenta. Bastante es con su mal presente. Ahora, entremos todos en la morada. Tú ve adonde quieras; yo voy á hacer los preparativos interiores.

Espera al menos algunos instantes, á fin de que sepas, habiéndose alejado todos esos, quiénes son las que haces entrar en la morada. Es necesario que sepas lo que no sete ha dicho, porque yo tengo pleno conocimiento de esas cosas.

¿Por qué me impides avanzar?