Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo I).djvu/167

Esta página no ha sido corregida
163
Edipo en Colono

¿Cómo volver á nuestra morada? No sé.

No busques.

¡Estoy agobiada de males!

Ya te agobiaban antes.

Eran inextricables, lo son más todavía ahora.

Ciertamente, habéis caído en un ancho mar de males.

¡Ay! ¡ay! ¿adónde iremos, oh Zeus? ¿Con qué esperanza nos convidará un dios ahora?

Cesad de gemir, jóvenes. Es preciso no deplorar el favor subterráneo. Eso no está permitido.

¡Oh hijo de Egeo! Caemos á tus plantas.

¿Cuál es vuestro deseo, ¡oh jóvenes! para que yo lo satisfaga?

Deseamos contemplar nosotras mismas la tumba de nuestro padre.

Eso no está permitido.

¿Qué dices, ¡oh Rey! jefe de los atenienses?