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Edipo en Colono


Estrofa II

¡Ay! ¡ay! He aquí que ese estrépito resonante truena de nuevo por todos lados. ¡Sé propicio, ¡oh Genio! seme propicio, si acarreas alguna calamidad á esta tierra mi madre! ¡Pudiera yo haberme encontrado con un hombre piadoso y no haber visto á un impío! ¡Oh rey Zeus, yo te invoco!

¿Está cerca de aquí el hombre? Hijas, ¿me hallará respirando todavía y poseyendo mi razón?

¿Qué quieres confiarle?

A cambio del servicio recibido, quiero probarle la gratitud que le había prometido.


Antistrofa II

¡Oh hijo, ven, ven! ¡Aunque estuvieses sacrificando, en el extremo de la llanura, un toro en el altar del Dios marino Poseidón, ven! El extranjero, á cambio del servicio recibido, quiere probarte, así como á la ciudad y á sus amigos, la gratitud prometida. ¡Date prisa, ven pronto, oh Rey!

¿Qué clamor es ese que de nuevo lanzáis todos á la vez? Es manifiestamente vuestra voz y la del extranjero. ¿Gritáis por causa del rayo de Zeus ó del granizo que se precipita de las nubes? Todo puede creerse, cuando una tal tempestad es excitada por un dios.

¡Rey! Vienes, accediendo á mi deseo, y algún dios propicio es quien te trae.

¿Qué debo saber todavía, oh hijo de Layo?