Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo I).djvu/135

Esta página no ha sido corregida
131
Edipo en Colono

He aquí que Creón viene á nosotros, padre, y no sin compañeros.

¡Oh carísimos ancianos, á vosotros toca ahora hacer cierta mi salvación!

Tranquilízate, estoy aquí. Aunque soy viejo, el vigor de esta tierra no ha envejecido conmigo.

Hombres de buen linaje, habitantes de esta tierra, veo en vuestros ojos que concebís algún temor de mi llegada repentina; mas no temáis y ahorradme malas palabras. No vengo, en efecto, para proceder con violencia, siendo viejo y sabiendo que la ciudad á que vengo es la más poderosa de la Hélada. Aunque de edad muy avanzada, he partido para persuadir á este hombre á que me siga á la tierra de los cadmeos; y soy enviado, no por uno solo, sino por todos los ciudadanos, porque me pertenecía, á causa de mi parentesco, compadecer sus miserias más que ningún otro. Así, pues, ¡oh desgraciado Edipo! óyeme y vuelve á tu morada. El pueblo entero de los cadmeos te llama, como es justo, y con mayor extremo que todos, yo, que gimo tanto más sobre tus males, ¡oh anciano!—á menos que sea yo el peor de los hombres—cuanto que te veo miserable, extranjero en todas partes y siempre errante, sin sustento y bajo la guarda de una sola compañera. No hubiera jamás pensado, ¡qué desdichado soy! que viniese á esta vergüenza á que actualmente ha llegado, teniendo siempre el cuidado de tu persona y mendigando tu sustento, tan joven, desconociendo las nupcias, expuesta á ser arrebatada por quien quiera. ¡Oh qué desgraciado soy! ¿no es una deshonra vergonzosa para ti y para mí y para toda nuestra raza? Ciertamente, no se puede ocultar las cosas manifiestas; pero, Edipo, te conjuro por los Dioses de nuestros padres, oculta al menos ésta. Vuelve de buen grado á la ciudad y á tu casa paterna, y saluda benévolamente á esta tierra, porque lo merece. Pero más honrada todavía debe ser tu patria, que te sustentó en otro tiempo.