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DIES IRAE
Sonará por los desiertos
La trompeta de los muertos,
Que ante el trono acuden yertos.
A la Muerte y la Natura
Pondrá espanto la criatura
Que dejó la sepultura.
Abriráse un libro, donde
En los crímenes se ahonde
De que el mundo infiel responde.
Cuando el Juez esté sentado,
No habrá ante él ningún pecado
Defendido ni olvidado.
¿Qué dirá mi lengua muda?
¿Quién habrá que allí me acuda,
Si, aun el justo, mal se escuda?
Rey de inmenso poderío,
Que haces gracia á tu albedrío,
¡Salva, sálvame, Dios mío!
¡Buen Jesús! para juzgarme,
Lo que hiciste por salvarme
De rigores te desarme.
Sin descanso me has buscado;
Fuiste en cruz por mí clavado;
No malogres tu cuidado.