¡Por la Patria que el déspota ahogar quisiera en vano;
Por la sangre de heroicos adalides;
Por aquel gran Kosciusko, vuestro glorioso hermano,
Una vez y otra vencedor en lides,
Corazón de león, segundo Alcides;
Por cuantos guarda impulsos nobles, el alma, y bellos,
¡Luchad cual vuestros padres, ó sucumbid cual ellos!
¿Las armas aguzasteis para el festín de muerte?
¿Hicisteis el solemne juramento?
¿Resueltos consagrasteis á la voltaria suerte
De frágil vida el fugitivo aliento?
Vais á ser nación libre. ¡Oh gran portento!
¡Que vibre cada espada de independencia el grito,
En su acerada hoja con roja sangre escrito!
XIII
NAPOLEÓN
¡Qué soñador en los primeros años,
Y qué meditabundo
Al fin del viaje!—Devorado había
Todos los desengaños
Que encierra para el hombre y para el mundo
La ambición ciega y su tenaz porfía.