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EL CIEGO

—"¿Será cierto talvez, ¡oh padre mío!
Que ya perverso degenera el mundo?
En otro tiempo, al escuchar la lira,
Lobos y tigres, su furor rendido,
De un cantor como tú los pies besaban."

—"¡Bárbaros, ¡ay! Sentado yo en la popa,
Cánta, gritaba aquella chusma impía:
Si ve algo más tu ingenio que tus ojos,
Destiérra nuestro enfado, vagabundo.
Yo confundirles quise con mi acento,
Mas no se abrió la boca á la respuesta;
Hice callar la lengua, y con la mano
Detuve al Dios hirviente ya en mi seno.
¡Oh Cime, pues tus hijos ofendieron
A la prole inmortal de Mnemosina,
Profundo olvido su memoria cubra
Y sepulte su nombre densa noche!"

—"Vén á nuestra ciudad, de aquí vecina,
Que á los amigos de las Musas ama:
Un asiento te espera en los festines
Con argentinos clavos tachonado.
Ricos manjares, miel y dulce vino
De los pasados males la memoria
Desterrarán, so la columna alzada
Do pende de marfil sonante lira.