282 POLÍTICA DOMÉSTICA
cuando su edad y su desenvolvimiento intelectual le descubran que hay goces fuera del hogar domésti- co, proporciónele usted mesuradamente los placeres, á fin de que le duren por muchos años, economícele usted más ese tesoro que una cuantiosa fortuna, por- que el oro se puede recobrar, pero el corazón gasta- do no se repone.
Al oir la señora esas palabras, vió aclararse el misterio que ella no había sabido descifrar, y, al mismo tiempo, comprendió la causa del hastío y del mal humor que su niña experimentaba, víctima de la oficiosa y extremada complacencia de su ma- dre. Esta, después que por sus mejillas rodaron al- gunas lágrimas de reconocimiento, dijo afectuosa- mente á la pobre:—Le soy á usted deudora de un gran beneficio; pues su buen discermiento me ha des- cubierto un abismo en que yo hubiera caido, si el Cie- lo no me lo mostrase por las luminosas palabras de usted. Gracias, gracias mil veces, y cuente usted siempre con mi amistad y mi apoyo. Ahora com- prendo cómo es posible ser feliz en medio de mu- chas privaciones; y ese ángel que estrecha usted en sus brazos, podrá ser el más dichoso de los mor- tales, teniendo por guardiana de su existencia á tan buena y discreta madre.
Estas y otras muchas palabras, todas muy expre- sivas de gratitud y bondad, se cruzaron entre aque-
