196 POLÍTICA DOMÉSTICA
deja en el corazón que la pierde, un vacío que ninguna satisfacción puede llenar?......Pero si la religión no se manifiesta con su protectora inter- vención en esa casa devorada por los abusos del lujo, entonces introdúcense en ella, como conse- cuencias fatales de estos excesos, el crimen y la depravación: para que la mujer sostenga su fausto, el marido comete dilapidaciones y estafas, no sin las mayores probabilidades de verse en reclusión forzada....¡Pobres hijos condenados por tan indig- nos padres á la verguenza y ála miseria!
En las clases sociales inferiores, la creación de ciertas necesidades ficticias y el anhelo de distin- guirse por los adornos exteriores, acarrean desór- denes funestos al individuo, á la familia y ála sociedad. Consecuencias inevitables de estas fata- les condiciones son: confusión gerárquica de personas que, por elevarse áun rango que no les correspon- de, producen perturbaciones, dejando abandonados los puestos en que hubieran debido permanecer; corruptores hábitos de ociosidad y disipación, y gastos ruinosos que suelen promover, como único