La MUJER MADURA QUE PRETENDE PARECER JOVEN
Para la felicidad de la mujer es época de crisis, aquella en que finaliza el reinado de la juventud y comienza el otoño de la vida; no es posible que duren á medida del deseo las ilusiones que, tristes y dolo- ridas, vuelan con los años, deshojando las rosas con que la juventud sabe embellecer su frente.
Cuando llega el tiempo de los pensamientos gra- ves, la mujer juiciosa no debe temer el considerar la vida en su seria realidad; necesario es que tome animosamente su resolución, y que no mire con demasiada frecuencia hacia el pasado, ni se esfuer- ce por prolongar una juventud inevitablemente marchitada; pues no hay cosa más destituida de gracia y de sabiduría, que esa obstinación con que algunas mujeres se empeñan en no envejecer, ese