Página:Torres Politica domestica.djvu/114

Esta página no ha sido corregida

112 POLÍTICA DOMÉSTICA

¡Ya podéis imaginaros, amables lectoras, lo que es una niña perezosa, satisfecha con un triunfo de ma- la ley! Pero vosotras no conocéis aún por completo á las perezosas; seguidlas á su gabinete de estudio, y observaréis. Después de haber dado tres ó cuatro vueltas alrededor, con lentitud estudiada, interrumpi- da con suspiros—porque las perezosas suspiran mu- cho—se detienen á mirar por el balcón ó ventana, to- can, afectando arreglar, todas las flores que haya en los floreros, “e contemplan mucho en el espejo, se sientan y sacan de la cesta de labor los trabajos em- pezados, le dan mil vueltas, comienzan á trabajar y al momento los dejan sobre el velador, rendidas de cansancio. Toman después los libros, hojean una á una sus lecciones, y, elegida la que les parece menos trabajosa, pasan por ella la vista, con ojos lánguidos, taciturnos ó adormecidos. Tal es el aspecto de las perezosas, nada bello en verdad, que vamos á descri- bir por completo, considerando como tipo á Luisa.

Luisa lee una lección dos ó tres veces, pero sin comprenderla; pues tiene horror á todo lo que le re- clame algún esfuerzo mental, y la pereza no le ha permitido jamás intentar enterarse de lo que sus li-