siempre sincero. "Cuando eres Real no te importa hacerte daño."
"¿Ocurre todo a la vez, como dar cuerda," preguntó, "o poco a poco?"
"No sucede todo a la vez," dijo el Caballo de Cuero. "Te conviertes. Tarda mucho tiempo. Es por eso que no les suele pasar a las personas débiles, o que tienen bordes afilados, o que deben tenerse con mucho cuidado. Generalmente, para cuando eres Real, has perdido la mayor parte del cabello de tanto amor, y tus ojos cuelgan, y las articulaciones se te han aflojado, y estás muy gastado. Pero estas cosas no importan en absoluto, porque una vez que eres Real no puedes ser feo, excepto para la gente que no entiende."
"Supongo que eres Real?" dijo el conejo. Y entonces deseó no haberlo dicho, pues pensó que el Caballo de Cuero podría ser sensible. Pero el Caballo de Cuero sólo sonrió.
"El tío del niño me hizo Real," dijo. "Fue hace muchos años; pero una vez que eres Real que no puedes ser irreal de nuevo. Dura para siempre."
El conejo suspiró. Pensó que pasaría mucho tiempo antes de que esta magia llamada Real le ocurriera a él. Anhelaba convertirse en Real, saber