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la determinacion, entraron en ella, hasta la casa del rey, y poniéndole fuego, y á la de las municiones, y á los demas edificios que encontraban, pusieron á los Cambojas en tanta confusion, que mataron aquella noche, y la mañana siguiente mucha gente; y entre ellos, al mismo Rey Anacaparan[1], y no les pareciendo pasar adelante, ni detenerse, dieron la vuelta á los navíos, marchando con la mejor orden que pudieron: habiéndose juntado gran suma de Cambojas, con las armas y algunos elefantes, fueron en seguimiento de los Españoles, hasta que los alcanzaron, antes de llegar a los navíos, que se defendieron valerosamente, y prosiguieron su camino, hasta embarcarse; sin perder un solo Español, y los Cambojas se volvieron á la ciudad, con algunos muertos y heridos de su parte.

Embarcados Diego Belloso y Blas Ruiz en sus navíos, entró á esta ocasion el capitan Gallinato (por el rio) en Chordemuco con la capitana; á quien dieron cuenta de todo lo sucedido, con Chinas y Cambojas, y del buen punto en que las cosas estaban, para continuarlas; pues muerto Anacaparan tirano, muchos Cambojas se pasarían luego a la parte de los Españoles, en defensa del nombre y voz de Langara, Rey Legítimo. Y aunque algunos Cambojas vinieron en busca de la armada, afirmando á Gallinato lo mismo, y ser muerto Anacaparan, y lo que los Españoles dejaban hecho en Sistor, mostró no darles crédito á unos y á otros, ni quiso persuadirse á ello, ni á que se debía continuar esta empresa, ni detenerse en ella, antes

  1. Este incendio y asesinato tampoco eran excusables, a pesar de las inútiles razones con que los pretende cohonestar el P. Aduarte. Anacaparan sólo les amenazaba, si no devolvían las haciendas de los Chinos. Naturalmente un paso da lugar á otro: se iba á perder el prestigio si devolvían lo tomado. El honor castellano hubiera brillado más si se hubiesen contentado con matar á los Chinos, sin tocar á sus bienes. Además, si sólo querían volver á sus navíos, ¿por qué incendiar la ciudad? ¿Por qué dispertar y turbar á los habitantes?