Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/268

Esta página ha sido corregida
— 222 —

luego, con guardias y recaudo, sospechando el mal, y despues fué justiciado[1], y sin hacer ruido de cajas, mandó apercibir las compañias del campo y de la ciudad, y que todos tuviesen las armas listas. No bien fué anochecido, cuando don Luis Dasmariñas (que vivía junto al monasterio é iglesia de Minondoc, de la otra parte del río) vino con gran priesa á la ciudad, á avisar á el gobernador, como había revolucion de Sangleyes, pidiéndole veinte soldados, que pasasen á la otra banda, donde guardaría el dicho monasterio. Pasó con esta gente el sargento mayor del campo, Cristobal de Axqueta, en compañia de don Luis, y cada hora crecía (con la callada de la noche) el ruido, que los Sangleyes hacían, que se iban juntando, y sonaban cornetas y otros instrumentos á su usanza. Don Luis quedó guardando el monasterio, con la gente que de Manila trujo, donde había recogidas muchas mujeres, y niños de Sangleyes cristianos, con los religiosos. Volvió luego á la ciudad el sargento mayor, dando cuenta de lo que pasaba; tocóse arma, porque el ruido y algazara de los Sangleyes, que habían salido á poner fuego á algunas casas que había en el campo, era tan grande, que parecía lo asolaban. Quemaron lo primero una casa de campo, de piedra, del capitan Estevan de Marquina, donde estaba con su mujer é hijos, sin que escapase persona, sino fué una niña pequeña, que quedó herida, escondida en un zacatal[2]. De allí, pasaron á la poblazon de Laguio[3], á la orilla del río, y la que-

  1. No nos parece este Chino tan culpable, á pesar de cuanto dicen los historiadores de Filipinas. No hay contra él más que sospechas, y su acto de ponerse en manos del gobernador en el momento en que la rebelión ya había empezado, significa, ó una loca temeridad ó su inocencia.
  2. «Mataron al P. Fr. Bernardo de Santa Catalina, Comisario del Santo Oficio, de la Orden de Santo Domingo.… Dieron sobre el de Quiapo y matando hasta 20 personas le pegaron fuego. Entre ellos quemaron viva una señora principal y un muchacho.» (Arg. lib. 9º).
  3. No sabemos á punto cierto cual sea esta población de Laguio. Probablemente es el actual pueblo de Kiapo, que concuerda con el