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es así; los cuales nos llamaban, que fuésemos á su puerto, y los llamaron de nuestra capitana, y entraron en ella, obra de cuarenta de ellos, que parecíamos hombres de menos marca junto á ellos; y entre ellos vino uno, que se entendió ser mas alto que el mas alto hombre de nuestra armada un palmo, con haber en nuestra armada hombres de mas de marca, y allí les dió el general, á algunos dellos, camisas y otras cosas; las cuales ellos recibieron con mucho contento, bailaban á su uso, y llamando á los demas, se enfadó el general de sus demasías, porque eran grandes ladrones. Mandó que se disparase un verso, para amedrentarlos, que como dellos fué oido, se echaron á nado y se pusieron todos en arma; y tañendo un caracol, tiraron algunas pedradas, y amenazando con lanzas, que no tenian otras armas; de la nao los arcabuzearon, y mataron á cinco ó seis[1], y se quedaron. Nuestra armada andando, descubrimos otras tres islas; esta isla tendrá de box seis leguas; pasámosla por la parte del sur; della es alta, tajada á la mar, montuosa por las quebradas, que en ellas habitan los Indios. Pareció haber en ella mucha gente, porque por las peñas y playas la vimos, y así fuimos en demanda de las otras tres islas; la primera sí quien se puso por nombre San Pedro[2] estará de la Magdalena diez leguas, y se corre con ella al Norte, cuarta del Norueste; terná[3] de box tres leguas; es isla de buena vista, y de mucha arboleda, y

    chnen, und Körperbemahlen algunas reproducciones de los tatuajes que practican los habitantes de la Polinesia.

  1. La muerte ha sido siempre la primera señal de la civilización europea al introducirse en el Pacífico, y, quiera Dios, no sea su última, porque á juzgar por las estadísticas, las islas del Pacífico que se civilizan, se despueblan terriblemente. La primera hazaña del mismo Magallanes al llegar a las Marianas, fué quemar más de cuarenta casas, muchas embarcaciones y siete habitantes, por haberle robado un bote: aquellos infelices salvajes no veían nada malo en el robo, que lo hacían con tanta naturalidad, como entre los civilizados el pescar, cazar y sojuzgar pueblos débiles ó mal armados.
  2. Probablemente Motane.
  3. Tendrá.