Página:Sub Terra.pdf/23

Esta página ha sido validada
20
LA COMPUERTA NÚMERO 12

mente en la penumbra las hendiduras i partes salientes de la roca: una serie interminable de negras sombras que volaban como saetas hacia lo alto.

Pasado un minuto, la velocidad disminuyó bruscamente, los pies asentáronse con mas solidez en el piso fujitivo i el pesado armazon de hierro, con un áspero rechinar de goznes i de cadenas, quedó inmóvil a la entrada de la galería.

El viejo tomó de la mano al pequeño i juntos se internaron en el negro túnel. Eran de los primeros en llegar i el movimiento de la mina no empezaba aun. De la galeria bastante alta para permitir al minero erguir su elevada talla, solo se distinguia parte de la techumbre cruzada por gruesos maderos. Las paredes laterales permanecian invisibles en la oscuridad profunda que llenaba, la vasta i lóbrega escavacion.

A cuarenta metros del pique se detuvie-