Página:Sub Terra.pdf/13

Esta página ha sido validada
10
LOS INVÁLIDOS

tura en una senda desconocida Para esas almas muertas cada idea nueva era una blasfemia contra el credo de servidumbre que les habian legado sus abuelos, i en aquel camarada cuyas palabras entusiasmaban a la jente jóven de la mina, solo veian un espíritu inquieto i temerario, un desequilibrado que osaba rebelarse contra las leyes inmutables del destino.

I cuando la silueta del capataz se destacó, viniendo hacía ellos, en el estremo de la cancha, cada cual se apresuró a empujar su carretilla mezclándose el crujir de las secas articulaciones al estirar los cansados miembros con el chirrido de las ruedas que resbalaban sobre los rieles.

El viejo, con los ojos húmedos i brillantes, vió alejarse ese rebaño miserable i luego tomando entre sus manos la descarnada cabeza del caballo acariciole las escasas crines, murmurando a media voz:

— Adios amigo, nada tienes que envi-