= bo
Recompensa al jardinero
Sus deevelos i fatigas;
Asi vosolras tambien,
Cual la for i el ave, oh niñas, Sed con vuestras profesoras Dóciles i agradecidas,
Ellas son como una antorcha Que enas tinieblas os guian; Éllas os tienden la mano
A] caminar entre espinas, Lai! de la quglas desprecia L no las respela alliva,
Pues le fallará la antorcha En el medio de la via,
Ni tenitrá quien la sostenga Del precipicio en la orilla!
No pertnila Dios que nunca Tales seais, niñas mias; Honrad vuestras profesoras, Dóciles i agradecidas,
I cual el ave y la for
Sercis belleza ricas,
1 amados sereis de todos
Cual la flor ¡el ave, oh niñas.
XXXVL Temor filial, sumision, obediencia.
Pues que amamos a nuestros padres, debemos temer disgus= tarlos, es decir, debemos temerlos.
Temer a nuestros padres es evitar con cuidado todo lo que pue- de causarles disgusto, es arreglar nuestras acciones ¡ palabras de manera que scan siempre dignas de su aprobacion.
Asi, el temor de la hija no es el temor de la esclava. La es- clavateme el castigo que puede imponerle su señor; i la hija te= me el descontento que puede causar a sus'padres.