— interesaban por vosotras en el instante mismo en que os impo- nían algun castigo. Entónees conocereis con cuánto sentimiento lo hacian, i que padecian mas ellas por vuestras fallas que voso- tras por tener que sulvir sus correcciones.
Jeneralmente us parece que querriais mas a vuestras profe- soras si os tratasen con mas cariño o fuesen ménos severas; mas ¡ai de vosolras si asi lo hiciesen! Entregadas entónces u voso- tras mismas, como ciegos sin guías, i no reconociendo mas nor- “ma que vuestros caprichos, que renovariais a cada minuto, i que no podriais satisfacer las mas veces, os haríais insufribles a los demas, i os encontrariais al entrar en el mundo sin haberapren= dido nada, con un carácter indócil i exijente, i siendo objeto de escarnio ¡ de desprecio para las personas bien educadas.
Vuestras profesoras, especialmente si sois buenas i estudio- sas, os aman como a hijas: amadlas vosotras como a madres.
¡Es tan poco lo que exijen de vosotras en comparacion de lo que os dan! Créense mas que recompensadas con un poco de amor, de respeto i sobre todo de aplicacion; i una vez que estan fácil a vuestro tierno corazon amar, que os sienta tan bien el respeto ¡ que la aplicacion produce tan buenos resultados i que osembellece tanto, ¿cuál de vosotras dejará de complacer a sus profesoras, de recompensarlas por el interés que se toman? No lo sospecho, niñas mias, de ninguna de vosotras, pues creo que posceis un buen corazon i que sabreis cumplir con vuestros deberes,
¡Que la lectura de la siguiente poesía sirva para conservar en. vuestro tierno pecho los sentimientos que he procuraro inspi= raros en esta leccion!
El ave paga con cantos I con juegos ¡ caricias Al que tierno la alimenta I que la cuida ¡da mima.
La flor con mas rico aroma Leon hojas mui mas lindas