Página:Suarez Tesoro Ninias.djvu/177

Esta página no ha sido corregida

— 169—

Aparta, pues, aparta

Ta faz, oh Dios. de datada horrenda, I en mi pecho no dejes

Rastro de culpa que tu enojo encienda.

En mis entrañas cria. Un corazon que con ardiente afecto Te busque; un alma pura, Enamorada de lo justo i recto.

De tu dulce presencia, En que al lloroso pecador recibes, No me dejes airado, Ni de tu santa inspiracion me prives.

Resiáurame en tu gracia, Que es del alma salud, vida i contento; Tal débil pecho infunde

De un ánimo real el doble aliento,

Haré que el hombre injusto, De su razon conozca el estravio : Le mostraré tu senda, Ta tu dei santa volverá el impio.

Nas librame de sangre,

Mi Dios? mi Salvador ! inmensa fuente De piedad! [ mi lengua

Loará lu justicia eternamente.

Desatarás mis labios, Si tanto un pecador que llora alcanza;

gozosa a las jentes Anunciara mí lengua tu alabanza.

Que si victimas fueran Gratas a tí, las inmolará luego ; Pero no es sacrificio Que te deleita, el que consume el fuego.

Un corazon doliente Es la espiacion que a tu justicia agrada: La víctima que aceptas Es una alma contrita i humillada.