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Aparta, pues, aparta
Ta faz, oh Dios. de datada horrenda, I en mi pecho no dejes
Rastro de culpa que tu enojo encienda.
En mis entrañas cria. Un corazon que con ardiente afecto Te busque; un alma pura, Enamorada de lo justo i recto.
De tu dulce presencia, En que al lloroso pecador recibes, No me dejes airado, Ni de tu santa inspiracion me prives.
Resiáurame en tu gracia, Que es del alma salud, vida i contento; Tal débil pecho infunde
De un ánimo real el doble aliento,
Haré que el hombre injusto, De su razon conozca el estravio : Le mostraré tu senda, Ta tu dei santa volverá el impio.
Nas librame de sangre,
Mi Dios? mi Salvador ! inmensa fuente De piedad! [ mi lengua
Loará lu justicia eternamente.
Desatarás mis labios, Si tanto un pecador que llora alcanza;
gozosa a las jentes Anunciara mí lengua tu alabanza.
Que si victimas fueran Gratas a tí, las inmolará luego ; Pero no es sacrificio Que te deleita, el que consume el fuego.
Un corazon doliente Es la espiacion que a tu justicia agrada: La víctima que aceptas Es una alma contrita i humillada.