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Siendo cual seis todo amor, No amaros teniendo lé.
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Vestidos i adornos,
Una niña mira con desprecio a cualquiera que no tiene un vestido tan rico como el suyo. ¡Qué motivo de gloria! Una persona mui presumida en sus adornos, i que pone mucha atencion en sus vestidos o en los de las demas, da Ingar a sos- pechar que no tiene otro mayor mérito, o que ella misma no conoce otro. los magníficos adornos, dando a los pequeños injenios altanería, soberbia, desden i un corto tono de suficien- cia, quitan al carácteri al entendimiento lo que añaden al cuerpoiala figura. Si esto es asi, ¿nose puede decir que ellos hacen perder en lugar de dar, i que se hacen por consiguiente mas dignos de desprevio que de estimacion?
Dirijiéndose a un rico desdeñoso, un poeta le dice:
Ahora que has adquirido grande hacienda, Si me dices adios es con desprecio. Cuando uno llega a ser mas rico que otro, ¿Tiene derecho para ser mas necio?
Nunca, niña, te guiss Por apariencias; Huye del que hace necio, De su grandeza Pomposo alarde, Que siempre es orgulloso Quien ménos vale. >
2 No vanidad tu alma cobre Si caudal tu casa ostenta; Que será doble la afrenta Si desciendes a ser pobre.