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Cumplióse aqui la lei de la natur: Un vacio, un dolor, una memoría, Solo deja al morir la criatura.
Mas si rauda se eleva hácia la gloria El alma humana, refujiente ¿ pura, ¿Dónde está de la muerte la victoria 9
Mexceves MARIN DE SOLAR,
VI. A Jesus crucificado.
BEELO SONETO DE LA DIVINA DOCTORA DE LA IGLESIA SANTA TERESA DE JESUS.
No me mueve, mi Dios, para quererte 1 cielo que me tienes prometid ¡ me mueve el infierno, tan temido, Para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, mi Dios; muéve el verte Clavado en una cruz i escarnecido ; Muéveme el ver tu cuerpo tan herido; Muéveme tus afrentas i tu muerte.
Muéveme, en fin, lu amor de tal manera, Que aunque no hubiese cielo yo te amara, Y aunque no hubiese inferno te temiera,
No me tienes que dar porque te quiera;
Porque si cuanto espero no esperára, Lo mismo que te quiero le quisiera,
IX.
La Existencia de Dios,
« El universo es Dios , » dice el impío Que olro liempo dijera « Dios no existe » ; De humana corrupcion jemido triste,
De la frájil razon hondo estravio.
La luz, la tierra, el sol, el monte, el rio, El prado, que de flores se reviste,