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el cual, en decreto de 2 de diciembre de 1818, declaró a doña Maria Cornelia Olivares «una de las ciudadanas mas beneméri- tos del Estado », en alencion 2 sus sobresalientes virtudes cí- vicas.
T nosotros ¿qué hemos hecho para conservar la memoria de esa hervica chilena ? ¿Se ha dado siquiera su venerable nombre a alguna de las calle ó paseo públicos de la ciudad en que vivió ? Tenemos pueblos i calles que llevan el nombre de individuos que ningun sacrificio han hecho en obsequio de la patria i a quienes nada debe su independencia; i no tonemos ni pueblos, ni calles que se llamen Zas-Heras, Rodrigues, Infante, Argomedo, Agueda Monast:rio, Cornelia Olivares, £. €.
. Doña Maria Sanchez de Mendeville.
Vais a leer queridas niñas, algunos razgos biográficos de la ilustre matrona, Dona Maria S. de Mandeville a quien muchas de vosotras habreis conocido, i cuya muerte ha cubierto de lu- to a la culta sociedad de Buenos-Aires que le era deudora de grandes ¡i relevantes servicios.
De todas las mujeres célebres de Sud América, cuya: vida se bosqueja en este opúsculo, no hai una sola que merezca ser conocida de vosotras como la de la Sra. Sanchez, que consagró su juventud i su vida toda a las nobles tareas de la caridad, sobresaliendo por sus esfuerzos en favor de la educacion del pueblo.—Leed, pues, con mucha atencion las lineas que con- sagramos a esta magnánima arjentina, i quiera Dios, niñas edu- candas, que los ejemplos de virtud i abnegacion ¡enerosa que notareis a cada pas», se graven en vuestros infantiles corazones, encontrando un eco en vueslras almas, i despertando en ellas el deseo de imitarlos.
