Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo I (1927).pdf/46

Esta página no ha sido corregida
44
 

.

44 la hermana que he dicho, que estaba en el aldea, esperando el mes de abril, porque estaba cerca y no andar yendo y viniendo. Cuando iba, me dió aquel tio mio (que tengo dicho que estaba en el camino) un libro: llámase Tercer Abecedario (1), que trata de enseñar oracion de recogimiento; y puesto que este primer año habia leido buenos libros, que no quise mas usar de otros porque ya entendia el daño que me habian hecho, no sabía cómo proceder en oracion, ni cómo recogerme, y ansí holguéme mucho con él, y determinéme á siguir aquel camino con todas mis fuerzas; y como ya el Señor me habia dado don de lágrimas, y gustaba de leer, comencé á tener ratos de soledad, y á confesarme á menudo, y comenzar aquel camino, tiniendo aquel libro por maestro; porque yo no hallé maestro, digo confesor, que me entendiese, aunque le busqué, en veinte años despues desto que digo, que me hizo harto daño para tornar muchas veces atrás; y aun para del todo perderme, porque todavía me ayudara á salir de las ocasiones, que tuve, para ofender á Dios.

Comenzóme su Majestad á hacer tantas mercedes en estos principios, que al fin deste tiempoque estuve aquí, que eran casi nueve meses en esta soledad (aunque no tan libre de ofender á Dios, como el libro me decia, mas por esto pasaba yo; parecíame casi imposible tanta guarda, teniala de no hacer pecado mortal, y pluguiera á Dios la (1) Obra de mistica, por fray Francisco de Osuna, franciscano: Burgos, 1587.