Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo I (1927).pdf/37

Esta página no ha sido corregida

CAPITULO III

En que trata cómo fué parte la buena compañía para tornar á despertar sus deseos, y por qué manera comenzó el Señor á darle alguna luz del engaño que habia traido.

Pues comenzando á gustar de la buena y santa conversación de esta monja (1), holgábame de oirla cuán bien hablaba de Dios, porque era muy discreta y santa. Esto á mi parecer en ningun tiempo dejé de holgarme de oirlo. Comenzóme á contar cómo ella habia venido á ser monja por solo leer lo que dice el Evangelio, muchos son los llamados y pocos los escogidos. Decíame el premio que daba el Señor á los que todo lo dejan por él. Comenzó esta buena compañía á desterrar las costumbres que habia hecho la mala, y á tornar á poner en mi pensamiento deseo de las cosas eternas, y á quitar algo la gran enemistad que tenia con ser monja, que se me habia puesto grandísima; y si veia alguna tener lágrimas cuando rezaba, ú otras virtudes, habíala mucha envidia, porque era tan recio mi corazon en este caso, que si leyera toda la pasion, no llorara una lágrima: esto me causaba 1) Llamábase esta buena religiosa Sor Maria de Briceño.