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digo cuando subió á los cielos), para este propósito. Paréceme á mí, que si tuvieran la fee, como la tuvieron despues que vino el Espíritu Santo, de que era Dios y hombre, no les impidiera; pues no se dijo esto á la madre de Dios, aunque le amaba mas que todos. Porque les parece, que como esta obra toda es espíritu, que cualquiera cosa corpórea la puede estorbar ú impedir; y que considerarse en cuadrada manera y que está Dios de todas partes, y verse engolfado en él, es lo que han de procurar. Esto bien me parece á mí algunas veces; mas apartarse del todo de Cristo, y que entre en cuenta este divino cuerpo con nuestras miserias, ni con todo lo criado, no lo puedo sufrir. Plega á su Majestad que me sepa dar á entender. Yo no lo contradigo, porque son letrados y espirituales, y saben lo que dicen, y por muchos caminos y vias lleva Dios las almas, como ha llevado la mia; quiero yo ahora decir (en lo demás no me entremeto) y en el peligro en que me ví, por querer conformarme con lo que leia. Bien creo, que quien llegare á tener union, y no pasare adelante (digo arrobamientos y visiones y otras mercedes, que hace Dios á las almas) que terna lo dicho por lo mejor, como yo lo hacia; y si me hubiera estado en ello, creo nunca hubiera llegado á lo que ahora; porque á mi parecer es engaño: ya puede ser yo sea la engañada, mas diré lo que me acaeció.

Como yo no tenia maestro y leia en estos libros, por donde poco á poco yo pensaba entender algo (y despues entendí, que si el Señor no me mostrara,