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y á los otros. Pues ¿cómo aprovechará y gastará con largueza, el que no entiende que está rico?

Es imposible conforme á nuestra naturaleza, á mi parecer, tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende está favorecido de Dios; porque somos tan miserables y tan inclinados á cosas de tierra, que mal podrá aborrecer todo lo de acá de hecho con gran desasimiento, quien no entiende tiene alguna prenda de lo de allá; porque con estos dones, es adonde el Señor nos da la fortaleza, que por nuestros pecados nosotros perdimos. Y mal deseará se descontenten todos de él y le aborrezcan, y todas las demás virtudes grandes que tienen los perfetos, si no tiene alguna prenda del amor, que Dios le tiene, y juntamente fe viva. Porque es tan muerto nuestro natural, que nos vamos á lo que presente vemos; y ansí estos mesmos favores son los que despiertan la fee y la fortalecen. Ya puede ser que yo, como soy tan ruin juzgo por mí, que otros habrá que no hayan menester mas de la verdad de la fe, para hacer obras muy perfetas, que yo como miserable, todo lo he habido menester.

Esto ellos lo dirán; yo digo lo que ha pasado por mí como me lo mandan; y si no fuere bien, romperálo á quien lo envio, que sabrá mijor entender lo que va mal, que yo. A quien suplico por amor del Señor, lo que he dicho hasta aquí de mi ruin vida y pecados, lo publiquen, desde ahora doy licencia, y á todos mis confesores, que ansí lo es á quien esto va; y si quisieren luego en mi vida; porque no engañe