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araucanos, los indicada Valdivia i los chilotes visten raramente otros vestidos que los trabajados por sus mujeres. En las otras provincias se teje rara vez otra cosa que ponchos, i aun esta industria se hace de año en año mas reducida, porque los ponchos trabajados en las fábricas de Europa e introducidos en Chile se venden mas baratos que los hechos a mano. La esportacion de lana produjo en 1880 al pais medio millon de pesos.

Las cabras se crían principalmente en las provincias secas i áridas del norte, señaladamente en las de Aconcagua i Coquimbo; en las del sur son muchas veces escasas. Juan Fernandez, el descubridor i primer propietario de las islas que llevan su nombre, trasportó cabras a estas islas, que se propagaron allí en número prodijioso; así es que los corsarios del siglo décimo séptimo, que desolaban entónces las costas de Chile i del Perú, solían visitar esas islas para proporcionarse carne fresca. Para impedir eso, don Antonio de Vea llevó allí en 1675 perros de caza, los que a su ves se multiplicaron en gran número i concluyeron con las cabras, a escepcion de unas pocas, que se refujiaron en peñascos inaccesibles a los perros, los que, no encontrando ya que comer, murieron. Entónces las cabras volvieron a aumentarse, i existen todavia en estado salvaje. Todas son del mismos color, de canela claro, que recuerda el color del cabron montes, del cual descienden las cabras domésticas.

Los puercos llevan jeneralmente en Chile un nombre particular, el de chancho, que no en español, i cuyo oríjen es problemático, puesto que no puede caber duda de que estos animales no existian en Chile antes de la invasion española. El clima no ha producido un cambio notable en su físico; son exactamente iguales a los europeos. Se crian principalmente en las provincias del sur, i tienen fama en el pais los jamones de Chiloé i de Valdivia, así como las longanizas i la manteca de esta última provincia.

Los caballos son mui numerosos i baratos, comparativamente con Europa. Los que se necesitaron para la última guerra con Bolivia i Perú se han pagado a cuarenta pesos. Una de las particularidades de Santiago, que llamaba mas la atencion del europoeo recien llegado, hace treinta anos, era la de ver andar tantas personas en las calles con el plumero en la mano, médicos, procuradores, elegantes señoras etc.; muchos profesores iban a caballo a sus clases, i hasta mendigos venian a caballo a pedir limosna.

Los conejos no se han hecho salvajes por felicidad, a pesar de que algunos franceses hayan tratado de ponerlos en una que otra