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veniente, ya se pongan los pronombres antes o des- pués; v. g.: la halagc, o halagóla; lo colocó, o colo- cólo.» (ACADEMIA, G. 242.) En este último caso, es menester hallar un giro diferente.
3. Construcción Figurada
1[ Es fácil comprobar que frecuentemente, en nues- tra expresión oral o escrita, y por cualquiera de los motivos que irán apareciendo en la exposición de este punto, nos apartamos poco o mucho, de los tipos fijados en cada caso por la construcción regular.
2] Ahora bien: toda transgresión lícita de esa ín- dole, cae en los dominios de la Construcción Figurada, que podemos definir por lo tanto, diciendo que es el conjunto de excepciones establecidas por el uso a las reglas de la construcción regular.
3] Hemos dicho hace un momento, que nos apar- tamos sin cesar de los moldes establecidos por la cons- trucción regular; es necesario agregar ahora, que si no lo hiciéramos, sería nuestro lenguaje intolerable- mente monótono y pesado; y que por lo tanto, no es la Construcción Figurada únicamente un adorno, como suelen imaginarse muchos, sino la expresión de una necesidad inherente al habla misma, y tan común y corriente como la construcción regular.
4] A la construcción regular, no se puede faltar más que de cuatro maneras, a saber: alterando el or- den natural o lógico de las palabras; callando algunas que pudieran expresarse; agregando, en cambio, otras;
